jueves, 3 de noviembre de 2011

Del un-ojo-sano y la media-pena

Empezó hace una semana cuando al despertar me di cuenta de que el ojo izquierdo se había codificado como lo hacía el CanalPlus los viernes por la noche.
Froté, froté, froté,  pero por más que lo intentaba (mucho y muy fuerte) sólo veía una multitud de puntitos grises armando barullo entre la cornea y el cristalino.
Probé con el agua, el cloririo y la oración. Con nada obtuve resultado. Así que no me quedó otra que llorar lo posible con mi un-ojo-sano... pero no es lo mismo.
Usted sabe que llorar es la acción-reacción de una tristeza completa, pues ¡imagine llorar a medias! media tristeza se queda dentro, creciedo sigilosa a la velocidad de la luz. Sólo dele frío, tiempo y conciencia y tendrá toda una enredadera de desconsuelo en sus entrañas.
A lo que iba doctor, ha pasado una semana y ya el ojo codificado no me preocupa. Tengo otro y es suficiente. Total...yo nunca he sido de mirada meticulosa, prefiero el vistazo alegre que todo lo impregna de armonía.
Pero siento algo dentro que me asusta. 
Algo que sabe amargo y toca tibio.
Que me acaricia las cicatrices,
y con eso me las recuerda.  
Creo que es media-pena parasitando
y temo que el inverno la haga grande
graaaande, graaaaaaaaaaaaaaaaaaande
GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANDE
y no haya primavera que me cure.



Por cierto, ¿cobra con tarjeta?





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